Publicado en 9 de Noviembre de 2007
Todo lo que dijo Alejo Vidal-Quadras el pasado domingo en Radio Intereconomía sobre el masón golpista Blas infante fue que: "era un cretino integral y, además, nunca consiguió sacar un escaño, algo que por lo menos sí hizo Pablo Iglesias". Eso es todo. Una frase y dos verdades: cretinismo e inutilidad. Y, ahora que los progres nos llaman golpistas a todos los que nos nos plegamos a su pensamiento-basura, añadamos: masonismo y golpismo. El paquete completito, vamos.
Bien. Rajoy, rápidamente, ha salido a "rectificar" a Vidal-Quadras: "Son manifestaciones realizadas a título personal y en ningún caso en representación del Partido Popular o su dirección". El registrador acomplejado sacando la cara al notario andaluz, al "Padre de la Patria" andaluza. Qué pena, Mariano, qué pena... Ya me gustaría saber qué opinión tienen los andalucistas y andazulistas, por ejemplo, de los Reyes Católicos. ¿Acaso no estamos hartos los demás de ver cómo los separatistas hacen añicos la memoria de los padres de la Patria española, desde Leovigildo y Recaredo, pasando por Pelayo, Alfonso X, el Cid Campeador, hasta Carlos V, Felipe II o Fernando VI? Pero, ¿de qué van los defensores de este masonazo mamonazo?
Blas Infante, revolucionario, anarcoide y separatista, publicó en 1932 un libro sobre el conocido "complot de Tablada". En este golpe de Estado de tercera regional los andalucistas intentaron una secesión de la República Española con apoyo de la CNT -demócratas de toda la vida-, el cual debía iniciarse tomando el aeródromo militar de Tablada, cerca de Sevilla. De esta guisa, el Estado Libre de Andalucía hubiera constituído una entidad soberana que se asociaría con otras "entidades soberanas nacionales" constituyendo una República Fe-de-ral. En cualquier caso, el masón Infante estaba en la línea de la extrema izquierda republicana: la de la lucha de clases más o menos camuflada.
Sus primeros contactos con la orden secreta se remontan a 1915, a través de la logia Isis y Osiris, que dirigía otro tumefacto golpista republicano, el grado 33 Diego Martínez Barrio. En 1925 participó en un hecho cuya relevancia para el progreso de Andalucía fue cero: el acto de inauguración y "consagración" del templo de la logia Redención nº16 de Ayamonte (Huelva). Con la llegada de la República masónica perteneció (al menos desde abril de 1932) a la logia Fe y Democracia nº22, dependiente de la Gran Logia de España, y a la que pertenecía otro destacado golpista, el doctor Pedro Vallina, un anarquista con el que intentó dar un golpe de Estado (qué "democracia" la de los adeptos a la logia Fe y Democracia...) ridículo que tuvo por nombre el mencionado complot de la Tablada.
En fin, ¿y a este zote tenemos que respetar? Pues muy bien. Si quieren que respetemos a los padres de patrias inexistentes, por muy totalitarios que sean, que empiecen los demás por respetar a los patriotas españoles: a los demócratas y a los que no lo fueron. ¿Por qué vamos nosotros a respetar separatistas de esta jaez, si ellos no respetan a los patriotas españoles, demócratas o no? Vamos, como si Blas Infante fuera más demócrata que Blas Piñar. Lo que hay que leer...
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